
La palabra freelance es sinónimo de precariedad, en gran parte porque las leyes laborales a nivel internacional tienden a proteger menos al periodista independiente que al que ha firmado un contrato con una empresa.
Sin embargo, esa vieja y antes atípica actividad periodística está creciendo desde hace una década a un ritmo más rápido que el del trabajo permanente, aportando el ejército de profesionales (redactores, reporteros, analistas, diseñadores y fotógrafos) ideal para las nuevas formas de organización, más flexibles, en los medios escritos y electrónicos.
De acuerdo con los datos que ha podido recabar la Federación Internacional de Periodistas (FIP) en media centena de países, en América Latina casi 50% del gremio es freelance y en Europa 25%.
La misma fuente estima ese porcentaje, no sin enormes dificultades para lograrlo, en 27% en África y 10% en Estados Unidos, aunque en ambos casos equivale a la mitad de la membresía en los sindicatos de periodistas.
Es por eso que en los últimos años dichas organizaciones han desarrollado su activismo en la defensa de los freelance; los de Europa, con una vida sindical más plena y enclavados en sociedades más solidarias, han tomado la delantera en el debate.
No hay actualmente una representación nacional sin una sección de asesoría para ellos. Dentro de la división europea de la FIP se ha creado el llamado Grupo de Expertos de Derechos Freelance, un equipo de 13 especialistas originarios de diez países comunitarios dedicado a plantear soluciones a sus problemas.
Sin embargo, esa vieja y antes atípica actividad periodística está creciendo desde hace una década a un ritmo más rápido que el del trabajo permanente, aportando el ejército de profesionales (redactores, reporteros, analistas, diseñadores y fotógrafos) ideal para las nuevas formas de organización, más flexibles, en los medios escritos y electrónicos.
De acuerdo con los datos que ha podido recabar la Federación Internacional de Periodistas (FIP) en media centena de países, en América Latina casi 50% del gremio es freelance y en Europa 25%.
La misma fuente estima ese porcentaje, no sin enormes dificultades para lograrlo, en 27% en África y 10% en Estados Unidos, aunque en ambos casos equivale a la mitad de la membresía en los sindicatos de periodistas.
Es por eso que en los últimos años dichas organizaciones han desarrollado su activismo en la defensa de los freelance; los de Europa, con una vida sindical más plena y enclavados en sociedades más solidarias, han tomado la delantera en el debate.
No hay actualmente una representación nacional sin una sección de asesoría para ellos. Dentro de la división europea de la FIP se ha creado el llamado Grupo de Expertos de Derechos Freelance, un equipo de 13 especialistas originarios de diez países comunitarios dedicado a plantear soluciones a sus problemas.
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